Me miré en el espejo del ascensor y sentí una presencia por detrás. No había nadie conmigo, pero continuaba sintiendo esa extraña presencia.
Se paró el ascensor y se apagaron las luces. ¡Apareció un ladrón! Sacó una navaja y yo pensé:
-"Esto es una broma".
Me puso la navaja en la garganta y yo, bromeando, le pregunté:
-¿Cuánto es?
-¡José Miguel, a cenaaarrr! -era la voz de mi madre.
No pude terminar aquel libro tan interesante.
Autor: José Miguel Núñez Díaz
Frase de inicio para el relato corto de la 4ª semana:
"No pude terminar aquel libro tan interesante"
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